Una de las funciones más importantes del lenguaje es la comunicación entre personas inmersas en una sociedad en la que la transmisión de conocimientos se realiza, principalmente, a través del lenguaje tanto oral como escrito. Por tanto, el nivel de competencia del lenguaje va a determinar en gran medida las posibilidades de desarrollo y aprendizaje en el resto de áreas, así como su integración en una sociedad altamente competitiva.
A pesar de que la comunicación verbal es la que predomina en las sociedades de hoy en día, no significa que un buen nivel de lenguaje sea suficiente para lograr una capacidad comunicativa adecuada. En el contexto de la comunicación, el lenguaje interactúa con otros aspectos como las inflexiones de voz, el habla, los gestos y, en tanto que se da una interacción con otras personas, se deben tener habilidades sociales y comunicativas adaptadas a cada contexto. Así pues, el lenguaje es una función muy compleja que es parte de otra aún más compleja: la comunicación.
Encontramos que a la hora de establecer un buen programa de rehabilitación – estimulación del lenguaje debemos plantearnos a qué nivel queremos trabajar, por ello se hace imprescindible entender los diferentes niveles en los que podemos trabajar: fonológico, semántico, gramático y pragmático.
Por otro lado, dentro de las funciones cognitivas de alto nivel -o funciones corticales superiores en la terminología de Luria (1974) una de las que más profusión de artículos e investigación ha generado son las denominadas funciones ejecutivas.
Las funciones ejecutivas se han definido como los procesos que asocian ideas, movimientos y acciones simples y los orientan hacia la resolución de situaciones complejas. Lezak (1982,1987), considerada la primera autora que acuñó este concepto, definió las funciones ejecutivas como las capacidades para llevar a cabo una conducta eficaz, creativa y socialmente aceptada.
Así, el término FFEE es utilizado para hacer referencia a un amplio conjunto de habilidades cognitivas que permiten la anticipación y establecimiento de metas, la formación de planes, el inicio de las actividades, su autorregulación y la habilidad de llevarlas a cabo eficientemente. De forma sintética podemos concebir las FFEE como un conjunto de procesos cognitivos que actúan en aras a la resolución de situaciones novedosas para las que no tenemos un plan previo de resolución.
En términos genéricos, pues, las FFEE hacen referencia a una constelación de capacidades cognitivas implicadas en la resolución de situaciones novedosas, imprevistas o cambiantes y que de forma consensuada pueden agruparse en una serie de componentes:
• Las capacidades necesarias para formular metas.
• Las facultades implicadas en la planificación de los procesos y las estrategias para lograr los objetivos.
• Las habilidades implicadas en la ejecución de los planes.
• El reconocimiento del logro/no logro y de la necesidad de alterar el nivel de actividad, detenerla y generar nuevos planes de acción.
En nuestro curso de Estimulación Cognitiva Infanto-Junvenil iremos proponiendo diferentes tipos de tareas para rehabilitar- estimular el lenguaje, así como las funciones ejecutivas, así como diferentes tipos de materiales y juegos que podemos encontrar en el mercado.
María López Martínez
Docente del Curso Estimulación Cognitiva Infanto-Juvenil